sábado, 6 de diciembre de 2008

Tonteando



Desde siempre me han interesado los cuadernos de apuntes.
Siempre que entro en alguna papelería salgo con un cuaderno con la voluntad de llenarlo de dibujos y bocetos como los que algunos de vosotros mostrais en vuestras webs y que con tanta envidia disfruto. Lo cierto es que voy llenando cajones sin atreverme a mancillar nunca esas páginas. Los tengo de todo tipo, y a veces les paso revista y me detengo a hojear sus páginas en blanco soñándolas repletas de multitud de apuntes que después se convertirán en obras más acabadas.
Pero nada de eso sucede. Nuevamente vuelvo a guardarlos en el cajón y así va aumentando mi colección de cuadernos en blanco.
He metido muchas veces un cuaderno de estos en mi mochila pensando que en alguna espera en un aeropuerto, o en esos ratos perdidos cuando estás de viaje, sentiría la pulsión de retratar lo que pasa alrededor y guardarlo para futuras inspiraciones. Pero cada vez que lo saco y me preparo con el lápiz siento que me fuerzo a dibujar algo que no sale de mí, y, con cierto rubor, vuelvo a guardar el cuaderno.
En el último viaje a Francia, con motivo del festival de Bassillac, rompí el hielo entre firma y firma de serpientes ciegas, y llené enfebrecido todas las páginas de un pequeño Moleskine de tapa negra.
No sé si de entre estos apuntes saldrá algo interesante... quizás el protagonista de mi próximo trabajo.

4 comentarios:

Miguel Carmona Campos dijo...

Te entiendo totalmente....a mi me pasa lo mismo, tengo cuadernos en blanco que desearia llenar de apuntes,...y cuando intento ponerme a dibujar...algo me fuerza a que lo que estoy dibujando no me gusta...
Me acuerdo que Florentino nos hizo hacer un ejercicio de llenar un bloc de apuntes,....yo no hice ninguno.

Un saludo

Anónimo dijo...

Esto de las Moleskine es todo un mundo. Siempre las puedes colgar de algun foro y ya entras en linea con Picasso, Matisse y Hemingway como si nada. Estoy por pillar alguna en eBay, de oferta, a ver si me salen cosas (como las tuyas) solo por abrirla.
Salut, rei.

Anónimo dijo...

Hotia, si no he firmado el comentario anterior, menuda ordinariez.

Johnny Roqueta

Seguí dijo...

Ni Matisses ni Hemingways.
Lo de los cuadernos de viajes es pura quimera. Me coarta la hoja en blanco limitada.
Normalmente tiro de unos tacos de 1000 hojas de papel de publicidad de una empresa de impermeabilizaciones que me agencié cuando mi suegro cerró su taller de pintura.
A destajo. Papeles y más papeles que acaban en el cajón de reciclaje. Sin pensar en la posteridad.
¡Que descanso!