...Para mitómanos sin rumbo fijo.
De vuelta del periplo bilbaíno con el diploma bajo el brazo y habiendo compartido mesa y foto con algunas mentes brillantes de nuestra cultura.
Felipe y yo, discretos nosotros, casi desapareciendo del plano. En mi caso es el vicio de la coral de la escuela, cuando me retiraba al fondo obligado a hacer como que cantaba lejos de los focos en la última fila.
Como bien dice mi padre: No sé venderme.
Es lo que hay.
3 comentarios:
Sois dos aliens infiltrados ;-)
¡Ja, ja, ja! ¡Dí que sí, Tomeu! Podrías haber hecho una gran carrera con tu guapa apostura, pero bien mirado, tu excelente obra es la que mejor habla de tí...¡y muy bien por cierto! (Lo mismo se le puede aplicar al ilustre Sr. Cava)
Afortunadamente, con tanto premio y agasajo, seguro que tu padre empieza a ser consciente de ello.
Un abrazo!
Felicidades!!!!!
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